Tengo que decir que he tenido la suerte de conocer Copenhague en invierno. Al contrario de lo que muchos podáis pensar, en invierno es también una ciudad muy interesante. Lógicamente hace frío, pero la ciudad está muy preparada para ello. Lo único que tenéis que hacer es llevar buen abrigo y buen calzado. Unos guantes, y pantalones térmicos debajo de la ropa para los más frioleros. Copenhague es una ciudad para visitar caminando o desplazarse en bici. Si queréis andar en bici en invierno, no olvidéis llevar unos guantes adecuados.
Como no podía ser de otro modo entré en la tienda de Lego en el centro de Copenhague. Además de todas las cajas con diferentes juegos, edificios,… que podáis imaginar, hay un espacio en el que podéis comprar piezas sueltas de todas las formas y colores. Como si fueran cuentas para hacer collares.
Característicos de Copenhague son los campanarios y torreones de sus iglesias. También lo son los tres palacios. Chrstiansborg, Amelienborg y el de Rosenborg.
Encontramos el edificio Standard, en el puerto. Lógico, porque era la antigua aduana. Construido en 1937 y recientemente restaurado (merece la pena entrar y verlo), acoge hoy en día un Club de Jazz y varios restaurantes. Almanak, Studio, y Verandah. Almanak ofrece comida más informal, Studio está dirigido por Torsten Vildgaard, ex Noma (que por cierto está justo en frente) y por Claus Meyer, y Verandah, que ofrece cocina India. 
Nyhavn, el puerto nuevo, es probablemente una de las zonas más fotografiadas de la ciudad. Zona turística llena de bares y restaurantes.
La nueva Ópera es ya uno de los edificios más emblemáticos de la ciudad. Diseñada por el arquitecto Henning Larsen, y financiada por un empresario naval (Marsk Mc-Kinney Møller), se inauguró en enero de 2015.
En Kastellet, una de las fortificaciones mejor conservadas del norte de Europa podemos ver esculturas como esta Victoria. Destacan, en el fondo de la imagen las chimeneas industriales del otro lado del puerto. Muy cerca de aquí se encuentra la famosa Sirenita.
Atelier September. Una cafetería en la que parar a coger fuerzas y a entrar en calor. Un café riquísimo, dependientes súper majos, y aunque yo no comí allí, vi pasar unas cremas de verduras humeantes con una pinta deliciosa. Además, en el mismo espacio también hay una ‘Butik‘ con objetos muy apetecibles, como casi todo lo que te encuentras en las tiendas de la ciudad.
La Torre Redonda, o Rundertårn, es una torre del S XVII en cuya parte alta hay un observatorio astronómico, además de unas buenas vistas de la ciudad.
Black Diamond es la ampliación de la Real Biblioteca Nacional de Dinamarca. Diseñado por el estudio de arquitectos Schmidt, Hammer & LassenImpresionante. En su planta baja tiene un restaurante y una cafetería donde coger fuerzas para continuar visitando la ciudad.
Gliptoteca Ny Carlsberg o Glyptoteket. Este museo contiene la colección privada de la familia fundadora de Carlsberg. Un museo cómodo, de tamaño medio que se puede visitar sin agobios. Destacan las esculturas, bajorrelieves y otras piezas muy interesantes de antiguas civilizaciones como la griega, la romana, la etrusca, la egipcia y de oriente próximo. Impresionante la cantidad y la importancia de estas piezas.
También son importantes las esculturas y las pinturas escandinavas y francesas de finales del XIX y de principios del Siglo XX. Un curioso museo con obras muy representativas de artistas como Rodin, Van Gogh, Degas,…. Su visita merece mucho la pena.
Ørstedsparken, es uno de los parques del centro de la ciudad. Aquí lo veis en invierno con los lagos congelados. Los niños, después de salir del colegio disfrutan tirándose en trineo por sus cuestas. En verano picnic, frisbee, fútbol, conciertos,…. 
El gusto por el diseño, la iluminación y la ambientación se encuentran en todas partes. Tiendas, restaurantes, hogares… Aquí el escaparate de la tienda Fredericia, dedicada al mobiliario desde 1911.
Estación de tren a las 17h37… era enero ;)
Meatpackingdistrict de Copenhague. Bastante cerca de la estación y de muchos de los hoteles de la ciudad se encuentra este espacio donde poder disfrutar de muy buen ambiente y buena comida. Pinchando arriba encontraréis muchos de los restaurantes que ahí se encuentran. Dinamarca es un país en el que la gastronomía, lo ecológico y lo orgánico es muy importante. Os daréis cuenta enseguida.
Tened en cuenta que la bebida es mucho más cara que en España. Como aquí la mayoría de la gente se mueve en bici, es curioso ver cómo salen en bici por la noche y para no volver ‘bebidos’ depositan sus bicis en los taxis que están preparados para llevarlas.
Cenar en casa de gente local, una experiencia totalmente recomendable
Una cosa que me gustó y que me encantaría poder hacer en cada ciudad a la que viajo, es poder ‘vivir’ algunos momentos como y con los ‘locales’. Por eso ir a cenar a casa de unos daneses creo que fue una idea genial.
Te abren las puertas de su casa y puedes disfrutar de una cena con ellos como si fueras uno más. Conoces sus costumbres, su gastronomía,… Y después de cenar puedes tener unas conversaciones muy enriquecedoras. Además de hablar de las diferencias y las cosas en común que podamos tener, también es interesante porque te recomiendan lugares a los que ir, que seguramente no están en las guías que hayas consultado.
Yo encontré estas dos opciones, y finalmente lo gestioné con Dine with the Danes. La otra opción era Meet the Danes.
Viaje a Copenhague. Lo recomiendo 100%.
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marinotis 