El otoño es siempre una estación muy especial. En estas fechas bosques y montañas nos enseñan colores de lo más increíbles.
Últimamente no he tenido tiempo, o no me he organizado bien, y no he podido ir al monte. Pero hace poco subí a Peñas de Aia un sábado por la tarde. Aunque fueron solo un par de horas, el paseo fue de lo más entretenido.
Lluvia, niebla, ruinas, horizonte, setas, vacas, cuernos, aguiluchos o águilas, aún no sabemos lo que fue,… y una buena conversación en la mejor de las compañías. Nat! Vuelve más a menudo!
PD: Para ver los colores del otoño podéis pinchar aquí. Una entrada que publiqué hace unos años después de un pequeño paseo por el Señorío de Bertiz.